Mirad á mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.
¿Si no vas a él, entonces A QUIEN? No hay otro Salvador. En una ocasión, muchos se apartaron de Jesús, ofendidos por sus enseñanzas claras y verdaderas. PREFIRIERON PALABRAS SUAVES. Jesús volvió a sus discípulos y les pregunto: ¿“Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? TÚ tienes las palabras de vida eterna. Así que te pregunto lo mismo. ¿A dónde vas a ir TU por el agua de vida si rechazas a él, que es la FUENTE del agua viva? Vagas por el mundo sin rumbo, PIERDES TIEMPO, poco a poco se te va la vida en cosas sin importancia y Jesús te extiende sus manos, MANOS QUE REVELAN TODAVÍA LA SEÑAL DE LOS CLAVOS, y dice: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque YO SOY DIOS, y no hay más”. ¿Aceptarás su invitación? Un poco más de demorar... se te va el tiempo, un poco más de vacilar y dormir, ¿Y luego.....?? LA ETERNIDAD. ¿Y DÓN
DE?
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